Origen de los dados

¿Te has preguntado alguna vez cuál es el origen de esos pequeños cubos con los que todos alguna vez hemos jugado? Los dados son uno de los juegos más populares alrededor del mundo, sin embargo, es muy seguro que más de uno se sorprendería al conocer más sobre el origen y la época en que se remontan, pues no es algo de lo que comúnmente se hable. A continuación, vamos a indagar un poco más sobre la historia y el origen de los dados.

A decir verdad, existe mucha controversia en relación al tema de la procedencia de los mismos, esto debido a que han sido encontradas varias piezas que sugieren que eran utilizadas como elementos de apuesta u objetos muy similares, en espacios geográficos y periodos muy distanciados, como por ejemplo en China unos 600 años a.C, o en la India también han sido encontradas excavaciones que contenían objetos muy similares a los dados ya hace unos 2000 años a.C.

Dados antiguos

Dados antiguos de piedra

De hecho, el primer dado y por ende el más antiguo, fue descubierto en Persia hace más de 5000 años. En este caso en particular incluso fueron encontrados sets completos que tienen alguna similitud al concepto de juegos de mesa que tenemos hoy en día, incluyendo los dados, situados en épocas prehistóricas.

Aunque también se tiene la creencia de que en primera instancia los antiguos hombres utilizaban dichas piezas con un propósito más mágico-religioso, como para adivinar el futuro o rituales similares, aun así no se descarta la posibilidad de que desde entonces ya comenzaran a darse indicios de la utilización de dichos elementos con un mero propósito de entretenimiento.

Muchas de las piezas encontradas están realizadas con diferentes materiales como piedras, huesos u otros elementos rudimentarios, ¿acaso puedes imaginar a un par de cromañones sentados jugando a los dados o cualquier juego similar?

Por otro lado, las mayores referencias históricas apuntan a que el origen de los dados se puede remontar a la época donde el auge de la civilización egipcia estaba en su mayor apogeo, unos 2500 años a.C aproximadamente.

Los egipcios encontraban el entretenimiento en una gran variedad de juegos, incluyendo los de mesa, uno de los más conocidos registrados en la historia tiene por nombre El Juego de las Veinte Casillas, en donde utilizaban figurillas de cabezas con forma de chacal que debían ser derribadas con dado que en aquel caso era un hueso del pie, sí así es, un hueso del pie humano llamado Astrágalo, esta sería quizá el concepto más primigenio de lo que más adelante se conocería como un dado, al menos para esta civilización. Muchos historiadores afirman que también jugaban una especie de juego similar a lo que hoy en día se conoce como “Craps”.

Asimismo, otras teorías defienden la idea de que los dados se originaron en Corea, debido a la similitud tan cercana que posee con un juego tradicional y muy antiguo de esa zona llamado “promoción” el cual perduró mucho en la tradición lúdica coreana.

Los griegos también defendían o reclamaban su parte en este controvertido asunto de dónde se originaron los dados antiguos. En esa línea, el gran poeta Sófocles afirmaba que los dados fueron un invento del virtuoso e inteligente soldado Palamedes, a quien por cierto también se le atribuye el invento del ajedrez.

Historia de los dados

Dado sumergiéndose en agua

Por otra parte, la historia también registra el uso de los dados como forma de entretenimiento en El Imperio Romano, ya sabemos la fama que tenían los romanos por los juegos y su afición por las apuestas, con los dados no hubo una excepción. Fue tanta la popularidad que tomó el juego, que no había distinción de clases sociales al momento de jugarlo, desde los ciudadanos de clase baja que iban a jugar a las tabernas, burdeles, casas de juego y hasta en las calles, hasta los soldados que en medio del descanso de las batallas lo tomaban como un pasatiempo. Así también grandes emperadores se declararon apasionados por los dados trayendo con ellos el juego a los grandes palacios imperiales.

Hacia la época de las Cruzadas también encontramos una historia particular que indica que con la llegada de las tropas inglesas a territorios árabes, lideradas por Sir William Tyre,  los soldados empleaban su tiempo libre fuera de las batallas, jugando un juego que habían adoptado de alguna parte del territorio islámico, el cual se había convertido en su pasatiempo predilecto y lo jugaban en la fortaleza de un castillo que llevaba por nombre Azart (Hazarth), adaptando dicho nombre al juego también.

Un dato curioso es que más adelante los ingleses hacen una variación del nombre del castillo donde jugaban los soldados de las Cruzadas, a la palabra en inglés Hazard, que significa “riesgo”. A partir de entonces la extensión de los dados por todo el territorio europeo fue cuestión de tiempo, tanto por los soldados que volvían de las batallas a su patria, como por los mercaderes que recorrían tales zonas.

Ya a comienzos de siglo XVII los dados estaban más que incorporados a los juegos de azar en toda Europa, en donde ya comenzaban a consolidarse los casinos como los conocemos en la actualidad. Posteriormente con la colonización se extendieron al continente americano en donde por supuesto también tomaron gran popularidad.

Después de todo este recorrido histórico, no cabe la menor duda que los juegos de azar dan otro ejemplo de la conexión que tienen las civilizaciones por más distantes que se encuentren, pues la controversia que existe con respecto al origen de los dados nos hace darnos cuenta de que de algún modo todos lo inventaron, con figuras, formas y diseños característicos, pero generalmente con el mismo fin.

Así que de ahora en adelante cuando lances unos dados no podrás evitar remontarte a aquellas épocas de los grandes pensadores griegos jugando alguna tarde hermosa en la antigua Grecia, en aquellos soldados que para despejarse de sus batallas sangrientas encontraban refugio en el azar de los dados, o simplemente en los romanos que se desvivían por aquel juego que tanto los apasionaba. El mundo está lleno de curiosas conexiones que siguen estando presente en nuestro día a día, los dados son un vivo ejemplo de ello.

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